EL RODENAL DE PRIEGO

La ruta es circular y discurre, básicamente, por el PRCU-42 con una distancia total aproximada de unos 14 km.

Se inicia en la calle que parte desde la plaza de toros hacia el convento de Ntra. Sra. del Rosal y desde allí se dirige en una prolongada subida hacia la cumbre del Rodenal.
En esta parte del recorrido se atraviesan campos de olivos y a nuestra espalda se va abriendo una panorámica de la Alcarria que se nos mostrará en su extensión más amplia una vez llegados al mirador del Rodenal.

Culminado el ascenso, la cumbre plana nos da un respiro para llegar con facilidad al mirador. Hasta aquí todo el recorrido se realiza por pista y no presenta ninguna dificultad técnica, pero el prolongado ascenso se puede hacer “muy cuesta arriba” si no se lleva el ritmo apropiado. Llegados al Mirador del Rodenal recibiremos un doble premio: la contemplación de una bella panorámica aérea de la región y el disfrute de un momento de reposo para tomar un tentempié. 

Aquí, estaremos sobre los farallones que rodean al Monasterio de San Miguel de las Victorias, aunque no lo veamos, y, podremos otear los acantilados del valle del Escabas, donde se suelen posar los buitres, la villa de Priego, la depresión Intermedia y elevando la mirada, a lo lejos, la depresión del Tajo y la Sierra de Madrid que seguro estará cubierta de nieve.

Hacia la izquierda, veremos el Estrecho de Priego, debajo del cerro de la Degollá, que comunica con el Campichuelo o depresión de Mariana. La Degollá y el Rodenal son una prolongación del anticlinal de la sierra de Bascuñana formado por materiales, sobre todo calizos, de la era Secundaria. La erosión del río Escabas lo ha cortado perpendicularmente dando lugar al paisaje escarpado del Estrecho de Priego. Esta pequeña sierra separa la depresión de Villalba-Mariana de la depresión Intermedia o de Loranca, rellenas ambas de materiales de la era Terciaria formados por arenas, conglomerados, arcillas y yesos que dan suaves paisajes de colinas bajas y redondeadas.

La vuelta, siempre cuesta abajo, es más corta que la subida y se realiza por una senda que se desliza entre una agradable zona arbolada hasta llegar a la carretera que sube al convento de San Miguel (esta vez no lo visitaremos).

El último tramo trascurre por antiguas zonas de cultivo aterrazadas en las que aún sobreviven los olivos.
El descenso tiene dos puntos en los que hay que tener cuidado, el primero para salvar un escalón en el que conviene echar “culo a tierra”, (superable sin mayor dificultad) y el segundo, ya cerca del pueblo, una pendiente resbaladiza que baja a un arroyo.

Aunque en esta ocasión no realizaremos ninguna visita turística conviene recordar que además de los dos conventos, Priego tiene otros monumentos de interés como son la iglesia, la plaza mayor, el puente Allende, las cuevas, una interesante artesanía de cerámica y mimbre, a lo que hay que añadir llamativas formaciones geológicas a lo largo del valle del Escabas. 

¡Seguro que me olvido de citar otras cosas importantes!
¡Vamos, que merece la pena volver!

Ruta circular
Dificultad media
Distancia: 14 km
Duración: 4 h-4:30 h
Desnivel: 400 m
















No hay comentarios:

Publicar un comentario