HUERTA DEL MARQUESADO: MARCHA BLUME


La Marcha Blume se celebra todos los años en el último sábado del mes de abril, buscando el día festivo más próximo al 29 de abril, efeméride del accidente. Su acto central es, por supuesto, la subida a pie al Collado Bajo desde Huerta del Marquesado, una consistente ascensión de 16 kilómetros de longitud y casi 600 metros de desnivel, de unas cinco horas de duración aproximada, utilizando las viejas sendas tradicionales. Casi en la cumbre, se rinde homenaje en la cruz de piedra y, a continuación se gana la cima, de 1.841 metros de altura, con una de las panorámicas más sobrecogedoras de la Serranía.

La Marcha Blume no es sin embargo mero recuerdo. Es también una jornada de encuentro con la Naturaleza, de sano deporte en la montaña, de actos culturales como conferencias o exhibiciones, de gastronomía… Es también un motivo de confraternización entre todos los asistentes.

La Marcha Blume está concebida para todos los públicos, montañeros o no, y para todas las edades.

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Se trata de una ruta senderista que se celebra el último sábado del mes de abril, como homenaje a las víctimas del accidente de avión de los años 50, donde Joaquín Blume, en aquel entonces mejor atleta español de todos los tiempos, perdió su vida. 

Organizada por el Ayuntamiento de Huerta del Marquesado, y cada vez con más colaboradores, este 2024 alcanza su decimoséptima edición, siendo cada vez más conocida y concurrida. Una vez en la cima, los participantes en la ruta depositan flores en el monolito situado en ella, recordando aquel desgraciado día y avivando los recuerdos de los fallecidos. Especial recuerdo para nuestros añorados compañeros del club fallecidos en la pandemia, Raúl Cardo y Paco Cañamares.

La ruta consiste en la subida desde el citado pueblo al Pico del Telégrafo, en el denominado Collado Bajo (1840 m de altura). Presenta un recorrido circular de 16 kilómetros que parte del norte de la localidad y transcurre inicialmente por el Sendero de los Arroyos que remonta hacia el barranco de la Hoz. Siguiendo la señalización vertical de la marcha, se gira la izquierda para iniciar la subida. 

Poco antes de llegar a la cima hay una cruz de piedra conmemorativa (1770 m) donde se rinde homenaje a las víctimas del accidente aéreo. 

Además del componente simbólico que le une, el día cuenta con diferentes actividades como un pasacalles popular, una exhibición de deportes de fuerza y un baile popular con orquesta en la nave del Ayuntamiento.

Las inscripciones para el evento se realizan en el Ayuntamiento de Huerta del Marquesado hasta las 09:30h. La inscripción cuesta 15€ por persona e incluye tentempié, almuerzo y regalo.


Recorrido: 16 km entre subida y bajada.
Desnivel de subida y bajada: 600 m.

Recordad llevar ropa de abrigo ya que, por la experiencia de otros años, en la cumbre suele hacer frío.


El último tramo (el más duro respecto al desnivel a salvar) puede hacerse de forma alternativa siguiendo una pista que llega a la cumbre según se indica en los mapas adjuntos. Este tramo alternativo no pasa por el monumento de la cruz.




TRAGACETE -HALCONERA -FUENTE DEL AVELLANO

La ruta se inicia desde el propio pueblo de Tragacete. Subiremos por Los Calares hasta el Alto del Poyal, desde donde nos dirigiremos a la Halconera. A continuación descenderemos a la fuente del Avellano y volveremos al punto de partida.


Tipo de ruta: Circular
Distancia: 12Km
Desnivel: 499m
Duración aproximada: 4 horas.
Dificultad: Moderada




       

 



IV ENCUENTRO DE SENDERISTAS: EL CASTIL DE BONICHES


RUTA POR CASTIL DE BONICHES (Castillo o La Picota)


Tipo de ruta: Circular

Distancia: 11km

Dificultad: moderada.

Desnivel: 400 m

Tiempo estimado: 4-5 horas



La ruta comienza desde un aparcamiento cercano a Boniches, pasando por parajes como el Cordel de la Cabeza del Serval, mirador de las Fuentes, Peña de la Tabarreña, Peña del Madroño y Castillo del Rey. Se trata de un curioso conjunto rocoso de origen celtibero, donde más tarde pudo ser una torre de vigía

árabe, impresionante monumento natural, paisaje conformado de rodeno, jara, orégano, brezo, con una piedra pudinga o conglomerado, grisácea, con incrustaciones de canto rodado.

Cuenta la leyenda que, allá por los años de Erase una vez, el último rey musulmán de estos contornos serranos fue derrotado. Y cuenta otra leyenda que el rey moro había tenido amores en su juventud con la reina de los djinns, cuando en la noche de San Juan había atisbado a la dríade fuera de su palacio subterráneo de mil columnas, lavando sus cabellos en las raudas del Cabriel. Allí la llamó por su nombre, la besó y arrojó a la espuma la diadema maldita. Años después, cuando su amado partía al exilio para no volver, la Dama cubrió el castillo con un encantamiento eterno de abandono y olvido, para que nunca pudiese ser habitado de nuevo por el ser humano, sino sólo por aves de rapiña y númenes del aire.