EL EJIDILLO - LA OSILLA

Saldremos desde Cuenca por la carretera de Alcázar (N-420) en dirección Villar de Olalla. A unos cuatro kilómetros, pasado el matadero, encontraremos, en plena curva a la derecha, el desvío hacia Barbalimpia y El Seco, donde, unos metros más adelante llegaremos al puente del Palmero sobre el río Júcar. Allí dejaremos los coches en una amplia explanada y comenzaremos la ruta.

Se trata de una ruta sorprendente por la abundancia de pinos y quejigos, así como la presencia de corzos. Estos últimos es muy fácil verlos en función del silencio que logremos conseguir y de la inquietud de nuestros compañeros perrunos.

Cruzaremos el citado puente y marcharemos por un sendero que discurre entre el margen derecho de la carretera de Barbalimpia y el propio río. Llegaremos a la desembocadura del río Ejidillo y pasaremos por lo que queda de la casa de campo para tomar una senda que nos conduce al camino que nos introducirá en un frondoso bosque de pinos. Tras algún sube y baja desembocaremos en una zona de labranza que bordearemos hasta llegar a los pies de la sierrecilla que separa el término de Barbalimpia y la finca de la Osilla.

Ascenderemos por una torrentera hasta la cumbre para acceder a otro camino que nos conducirá por la izquierda hasta un punto donde sobrevuela una enorme línea de alta tensión. Desde allí, gracias a la limpieza del cortafuegos de la línea, podemos observar ambos lados de la sierrecilla. Continuaremos, ya de descenso, por el camino que nos dejará a los pies de la carretera de Fresneda de Altarejos, bordeando el vallado de contención de reses de la finca de la Osilla, muy cerca de las casas y las ruinas de la ermita de Santa Magdalena.

A continuación, aprovechando el trazado de la cañada real, rodearemos un meandro del Júcar, hasta llegar al punto de partida en el puente del Palmero. Terminaremos a una hora muy adecuada para volver a Cuenca para comer.

Distancia: 17 km
Grado de Dificultad: Media - baja
Tipo de Recorrido: Circular
Tiempo estimado:  4 horas