Saldremos desde la puerta del MUPA (Museo Paleontológico) en dirección a la Fuente del Canto para ascender y ganar el camino del Quinto, que discurre paralelo al Camino de Cañete. En la parte superior de la ladera del Cerro del Socorro tomaremos un sendero que nos condicirá hasta el denominado "Vallejo Capón", que asciende hasta coronar la Sierra de la Pila. A continuación descenderemos hacia la localidad de Molinos de Papel, ya en la vertiente del Huécar, la cual observaremos desde lo alto del acantilado sin descender del todo.
Tomaremos de nuevo la dirección de Cuenca, para lo que ascenderemos hasta el puntal del Telégrafo, desde donde tomaremos poco más adelante el vallejo de los "Rochos del Tío Canastero", hasta llegar a la fuente de la Teja.
Una vez allí, regresaremos por la archiconocida senda de la Cueva de la Zarza, hasta retomar, al inicio del "via crucis" de Mirabueno, el pequeño y sinuoso sendero que nos hará pasar por encima del Parador y el Auditorio, para disfrutar de unas espectaculares y poco conocidas vistas del casco antiguo de Cuenca.
Se trata de una ruta que, a pesar de estar muy próxima a la ciudad, no muchos conocen y que guarda en cada tramo una sorpresa, incluso para los conquenses "de toda la vida".
Como otras veces, realizaremos la tradicional parada de media mañana para tomar un tentempié cuando la hora, el cuerpo y el paisaje nos lo pidan. Estaremos de vuelta alrededor de las 14:00, una buena hora para tomar un aperitivo y regresar a comer a casa.
Tomaremos de nuevo la dirección de Cuenca, para lo que ascenderemos hasta el puntal del Telégrafo, desde donde tomaremos poco más adelante el vallejo de los "Rochos del Tío Canastero", hasta llegar a la fuente de la Teja.
Una vez allí, regresaremos por la archiconocida senda de la Cueva de la Zarza, hasta retomar, al inicio del "via crucis" de Mirabueno, el pequeño y sinuoso sendero que nos hará pasar por encima del Parador y el Auditorio, para disfrutar de unas espectaculares y poco conocidas vistas del casco antiguo de Cuenca.
Se trata de una ruta que, a pesar de estar muy próxima a la ciudad, no muchos conocen y que guarda en cada tramo una sorpresa, incluso para los conquenses "de toda la vida".
Como otras veces, realizaremos la tradicional parada de media mañana para tomar un tentempié cuando la hora, el cuerpo y el paisaje nos lo pidan. Estaremos de vuelta alrededor de las 14:00, una buena hora para tomar un aperitivo y regresar a comer a casa.
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